viernes, 31 de julio de 2009

Reunión del campamento

Hoy tuvimos la reunión del campamento al que va la segunda semana de agosto. Es un poco más complicado que en el que ya había ido porque a las 2 lo iba a buscar. Esto supone que hacía pis en casa y comía con nosotros. Pero en este damos un paso más, se queda a comer y lo voy a buscar a las 3:30, para él es suficiente, a pesar de que acaba a las 7.
Así que preparé un "manual de instrucciones" sobre las necesidades de Salamu, jajaja! Lo mandaré primero al campamento por correo elecrónico para que lo miren con calma durante esta semana. Os lo dejo para que le echéis un vistazo. Se admiten sujerencias.

Salamu os deja algunas sugerencias para su bienestar.

- Necesito que me ayuden a desplazarme en terrenos con desnivel. Avisarme de los obstáculos, escalones, puertas, piedras…


- Mi motricidad fina está muy afectada. Tenéis que abrirme los embases, ponerme y atarme los zapatos, abrirme la cantimplora, ayudarme a abrir mi mochila… En los talleres no seré autónomo, lo importante es que participe, no el resultado de la creación (ej:cometa)

- Debéis mandarme ir a hacer pis, siempre digo que no tengo ganas, insistirme hasta que lo haga. Una buena hora es antes de comer. No puedo ir solo al baño, sé bajarme la ropa. Tengo que sentarme y echarme bien para atrás, sino me mojo. Os pido que os fijéis en que me suba bien el calzoncillo y el pantalón. Atarme el cordón del pantalón. Si hiciese caca, no me sé limpiar, mis brazos no se estiran bien hacia atrás.

- Me lavo las manos solo, revisar que no me deje jabón.

- A la hora de la comida, sé comer casi solo, solo necesito que me cortéis la comida y que no meta mucho en la boca sin haber acabado lo anterior. Me gusta comer de todo. Tenéis que mandarme beber, siempre digo que no quiero agua.

- Después de comer o merendar tengo que lavarme la cara, me mancho mucho.

- Para lavarme los dientes necesito ayuda, pero en estos días no pasa nada, con que me echéis la pasta es suficiente, yo lo intento. Llevo un vasito para enjuagarme.


Gracias por atender todas mis necesidades, sin sobreprotegerme , y hacer posible que me integre con mis compañeros.

1 comentario:

  1. Creo que no falta nada, no tengo sugerencias.
    Lo pasara estupendamente, de esto estoy segurísima.
    mama

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SOY SALAMU

Hola, soy Salamu, un niñito saharaui de 14 años . Mi país está ocupado por Marruecos, así que yo, y miles de familias más, vivimos en campamentos de refugiados en Argelia.
En los campamentos de Tindouf, no tenemos luz eléctrica ni agua corriente. Vivimos en haimas, que son grandes tiendas de campaña y los hombres y niños construyen unas casitas de adobe, que resultan algo más frescas, aunque realmente no existe el frescor cuando se alcanzan los 53 º de temperatura. Os podréis imaginar entonces que en los campamentos es imposible cultivar alimentos. Así, que llegan al desierto, cada cierto tiempo, camiones llenos de ayuda humanitaria y agua, para intentar cubrir las necesidades alimentarias y hospitalarias.
Mi pueblo se llama Auserd, al entrar en mi haima, podéis ver a los adultos tomando té y a los niños fuera jugando con una rueda o un cochecillo de lata hecho por ellos. Cuando sale el sol, la vida comienza, mis hermanos mayores y la que me sigue, doblan la manta con la que han dormido y cogen la mochila para ir al cole. Todo es muy rápido, no se usa pijama ni se desayuna, así que es levantarse y marchar. El cole de mis hermanos está un poco apartado de las casas, tienen que caminar unos 20 minutos. Durante la mañana mi hermano pequeño y yo estamos en la haima esperando a que lleguen. Comen y se vuelven a marchar, así todos los días menos el viernes. Yo no voy al colegio. Los niños especiales en el Sáhara van al cole especial, pero a mi no me gusta y entonces no voy. Mi madre está de acuerdo en que no vaya, porque no hay profes especializados, entonces están toda la mañana sentados y eso sí, dan un poco de leche a media mañana.
Un día mi madre me llevó al colegio para que me hicieran unas fotos, porque cuando llega el verano, los niños saharauis van a pasar dos meses a España. A mi me tocó ir a Galicia y a mi hermana a Castellón. El día que los niños que iban a Galicia, tuvieron que presentarse en el ayuntamiento para ir en camión al aeropuerto, mi hermano se subió. Yo me marché de vuelta para casa con mi madre. Esa misma noche, mi hermano llegó enfadado porque no le habían dejado subir al avión, porque él no era Salamu. Había llevado mi tarjeta de vuelo, y claro, él no era el niñito discapacitado de la foto. Al día siguiente, sí fui yo al aeropuerto con mi tarjeta y mi foto. Supongo que mi madre creía que yo no era tan consciente de las carencias del desierto o que mi hermano mayor disfrutaría en España más que yo, no lo sé.

En Galicia ya me habían buscado una familia que estuviera dispuesta a coger un niño discapacitado. Del grupo de discapacitados, yo era el más pequeño. ¡Que rabia! ellos, se quedaron en un centro. De casi 800 niños que viajamos a Galicia, sólo hubo una solicitud para un niño especial.
Cuando los responsables de la asociación Solidariedade Galega co Pobo Saharaui me vieron, creyeron que necesitaba silla de ruedas. Pero con el paso de los días, me iba desplazando mejor. En mi nueva familia, también había otro saharaui, Ahmed, de 16 años. Me ayudaba a comunicarme y me servía de referente. Pasamos el verano en la playa, jugando a la pelota y trabajando para tener más destreza motriz. Fui continuamente al médico, uno para que me viera los ojos, otro para que me sacase sangre, otro que me mandó cosas muy raras: lanzar una pelota, hacer un círculo en un papel, hacer una torre con cubos.... y mil cosas más, todas complicadísimas.
Un día Ahmed me explicó que se tenía que marchar, que se tenía que ir al colegio. Y que yo me quedaba más tiempo en España. No es por ser fanfarrón, pero como soy un niño muy majo que siempre está contento, me pareció buena idea.
Durante el mes de septiembre y parte de octubre, me estuvieron buscando un cole en el que me pudieran atender bien. Así que mientras se me prolongaban las vacaciones, no perdí el tiempo, mamá , que es maestra de educación especial, se encargaba todos los días de que entrenase mis manos, haciendo una construcción, clasificando bolas por colores, haciendo plastilina... puf!!!
Llegó el mes de octubre y se me acumulaban las obligaciones, empecé en Atención Temprana dos días por semana con Sabela, la terapeuta ocupacional y al mismo tiempo en el cole. ¡Por fin tomaron la decisión! Tres días al cole de Loli ( CEIP. A Solaina) y dos al de Carmen ( C.E.E Carmen Polo). Por si esto no fuese suficiente, montones de citas con la neuróloga para controlarme el tratamiento, ASPANEPS... Los lunes viene una amiga mía saharaui a charlar conmigo, sino esta cabeza mía se me despista y me olvido del hassanía, que es mi idioma, un dialecto del árabe. Y los miércoles, me toca lo mejor, ir a Pipi, que es el caballo en el que hago hipoterapia, me encanta. Si me preguntasen, qué tres cosas, son para mi lo mejor de la vida, no dudaría en decir la pelota, la bici y Pipi.
La verdad han pasado 9 meses desde que llegué, si me viera mi familia del Sáhara, se quedaría impresionada. Pensándolo bien... ¡ESTOY HECHO UN GENIO!!! Para que os hagáis una idea de lo mucho que he mejorado, y de que cada vez soy más autónomo, os contaré alguno de mis avances: aprendí a hacer la pinza, subo las escaleras yo solo con supervisión por si me desequilibro, sé coger un objeto cuando me lo lanzan, sé sacarme y ponerme la camiseta y el pantalón con indicaciones verbales de un adulto, corro más coordinado, soy capaz de presionar un botón... y prepararos, viene lo mejor, aprendí a andar en bici con ruedines. Mi familia acabó con la espalda destrozada de moverme los pedales, para que yo aprendiera el movimiento. Y tras 3 meses de ensayos... lo conseguí!
Entre otras novedades, diré que ya hablo bastante bien español, que tengo unos compañeros del cole que me tratan muy bien, profes que me enseñan y me aprecian, una terapeuta ocupacional que es estupenda y UNA FAMILIA QUE ME ADORA.
Bueno, pues éste soy yo, Salamu Nayen Mohamed Moulud.
Pensar, que ... si malas son las condiciones de vida de un refugiado en el desierto, ¿ cómo os imagináis las de los discapacitados?